Una vigilante de seguridad del Metro de Madrid y una supervisora, que está embarazada, fueron agredidas en la tarde de ayer en la estación de Ciudad de los Ángeles, perteneciente a la línea 3 de metro, por cinco personas a las que reprendieron cuando trataban de colarse en el Metro sin billete.
Desde Metro Madrid han explicado que la agresión se produjo alrededor de las 16.00 horas y que hasta el lugar se desplazó una unidad del Samu, que dio el alta a la vigilante en la misma estación y trasladó al Hospital 12 de Octubre a la supervisorapor precaución porque está embarazada y presentaba un cuadro de ansiedad.
La supervisora fue dada de alta sobre las 18.00 horas y se fue a su casa desde el hospital, han indicado las mismas fuentes.
El sindicato Alternativa Sindical de Trabajadores de la Seguridad Privada asegura en una nota de prensa que la vigilante de seguridad se encontraba «fichando» en los andenes del metro en el momento en que la supervisora, en estado de gestación, llamó la atención de las personas que trataban de colarse, que inmediatamente la agredieron.
Gritos en petición de ayuda
«Al escuchar los gritos, la vigilante acudió en su ayuda», indica el sindicato, que asegura además que si la responsable de seguridad hubiese estado en la entrada de la estación en lugar de en los andenes «esta agresión no se hubiera llevado a cabo».
El sindicato denuncia que, como consecuencia de la entrada en vigor del nuevo contrato de Metro Madrid el pasado 1 de agosto, hay «700 vigilantes de seguridad menos en la red del suburbano» madrileño, que se está convirtiendo en «una de las más inseguras de Europa».
Apunta además esta organización que las agresiones a vigilantes y personal del metro «se han triplicado» desde el mes de agosto, y que a la rebaja presupuestaria del contrato se suma el incumplimiento por parte de las empresas adjudicatarias de la ley de Seguridad Privada.
«Los vigilantes que prestan servicios en las estaciones fijas tienen que estar a lo largo de su jornada efectuando rondas y fichando por los andenes, y mientras están haciendo eso dejan los vestíbulos y a los trabajadores desguarnecidos», reprochan en su nota de prensa.
Fuente: El Mundo
