El juez encargado del caso Madrid Arena; Educardo López Palop, está interrogando esta mañana al imputado Raúl Monteverde, responsable de Seguriber, la empresa contratada para controlar la seguridad exterior de la fiesta en la que murieron cinco jóvenes. Monteverde ha descargado en Madrid Espacios y Congresos (Madridec) la responsabilidad de abrir el portón de acceso directo a la pista central por el que entraron las 2.500 personas que causaron la avalancha mortal.
Monteverde ha declarado que oyeron por la emisora con la que se comunicaban los miembros de seguridad del evento que la orden la dio Francisco del Amo, coordinador de operaciones y proyectos de Madridec, a un miembro de Seguriber sobre las dos y media de la madrugada, según han dicho en un receso los abogados de las familias de las víctimas. «Vamos a abrir el portón, que lo ha ordenado Francisco del Amo», ha asegurado Monteverde que escuchó, según los letrados. Del amo ya declaró a finales de enero también como imputado.
El imputado también ha señalado que se les dijo a los responsables de seguridad que hicieran «requisas (inspecciones) más livianas» y que solo evitaran el acceso al recinto con botellas. Como consecuencia, se colaron personas con bengalas. Asimismo, Monteverde ha dicho que Seguriber no tenía competencias sobre el botellón que se estaba desarrollando fuera del recinto donde se celebraba la fiesta.
Monteverde ha reiterado que había 24 vigilantes de seguridad en todo el recinto, de los que solo dos estaban en el primer control, seis en la segunda puerta y otros seis en la parte interna del recinto, en las puertas de seguridad. El resto andaba por la zona de restauración. Fuentes de la fiscalía han indicado que van a solicitar al juez medidas cautelares: retirada del pasaporte y comparecencias los días 8 y 22 en el juzgado.
Hasta el 10 de abril, López Palop tomará declaración a 15 imputados por la tragedia, entre los que figuran los exconcejales de seguridad Antonio de Guindos y Fátima Núñez y el inspector jefe de la Policía Municipal