El Ferrocarril Metropolitano de Bilbao fue uno de los referentes por su innovador diseño de la mano del arquitecto Sir Norman Foster, con unas instalaciones amplias y modernas, llegando a ser el metro más limpio de Europa y por aquel entonces uno de los más seguros.
Vivir del pasado
Es un hecho incuestionable que todo va bien cuando todo funciona, pero cuando algo no va bien, es el momento de pensar qué es lo que no funciona.
Los últimos hechos acaecidos ponen de manifiesto que la seguridad en Metro Bilbao está a años luz de lo que era. Los tiempos cambian, y al igual que la sociedad es totalmente necesario un avance en ese sentido.
Esta es una cuestión muy debatida por los círculos de “entendidos” que revolotean por esta rama y que de profesionales tienen bien poco, pero mandan mucho…a veces, pero sobre todo mal y a destiempo.
Una situación que se da de forma más visible en la seguridad pública y que es completamente extrapolable a la seguridad privada; en la seguridad pública los mandos policiales que nunca han estado a pie de calle, y en la seguridad privada los que nunca han sido profesionales del sector.
Percepción o Seguridad real
Este es el verdadero quid de la cuestión, la seguridad como la percibimos o la seguridad real. Es muy sencillo, ¿Qué es lo que preferimos, sentirnos seguros o estar seguros de verdad?
¡Ojo!, que los sapiens populus de la rama ya tienen la respuesta preparada… Sí, esa del manual de primero “la seguridad 100% no existe”. Es cierto, pero no porque lo digan ellos sino porque es un hecho irrefutable; pero como todo, es mejorable.
De nada sirve, tener una proporción irrisoria de efectivos de seguridad, como de nada sirve que se muevan cuanto más y más rápido mejor; con el único fin de dar una percepción de seguridad absurda y contraria a la realidad.
La seguridad debe ser directamente proporcional a los riesgos, eficaz y resolutiva,… en definitiva real.
Sindicato CISPE
Coste o inversión
Prima la reducción de costes a la inversión en beneficio de la seguridad; señores la seguridad no es un gasto sino una inversión, mucho más cuando hablamos de la seguridad de personas, viajeros y trabajadores, además de las propias instalaciones.
El principal problema en el sector privado radica en la desprofesionalización del sector, de unos años para aquí no se busca personal cualificado, formado y resolutivo ante diversas situaciones.
¡Ah! Recordemos que son números, no personas y mucho menos profesionales – ironía.
Tan sólo les pedimos que no esperen a la peor de las desgracias, porque desgracias las ha habido, y muchas.