El pasado día 21, informamos mediante la noticia «La Dirección de Metro Bilbao, deja en mal lugar a los Vigilantes«, pues bien hemos recibido de fuentes muy cercanas la verdad sobre lo ocurrido siendo lo siguiente:
Primero hemos de denunciar la falta de profesionalidad del reportero grafico del Diario El Mundo, quién mintió (literalmente) en el artículo sobre lo sucedido y que por cierto aún no ha pedido disculpas a nuestros compañeros.
LA VERDAD.-
Los Vigilantes de Seguridad actuantes, se acercaron al fotógrafo para requerirle el permiso (obligatorio para medios de comunicación) que le permitía sacar fotografías en las instalaciones de Metro Bilbao.
A lo que el mismo respondió (palabras textuales).- «Yo no necesito ningún permiso»; seguido intentó sacar unas fotografías y un Vigilante le tapó el objetivo de la cámara con el fin de no permitírselo. Reaccionando este de una manera desproporcionada y agresiva, ya que el fotógrafo luxó el dedo pulgar de la mano derecha al Agente de seguridad.
Por este motivo se le invito a desalojar las instalaciones a lo que accedió (Librándose este de la correspondiente denuncia por agresión).
No contento con esto, mientras el fotógrafo subía por las escaleras mecánicas, sacó varias instantáneas al personal de seguridad por lo que los Agentes se le acercaron para que eliminase las mismas a lo que se negó rotundamente.
Ante esta situación se llamó a la Ertzaintza, mientras la dotación policial llegaba al lugar, el reportero intento huir no permitiéndoselo los Vigilantes; nuevamente salió la bestia del cazador de instantáneas asiendo por el brazo a uno de los Vigilantes por lo que otro de los Vigilantes tuvo que mediar, recibiendo del reportero un bofetón.
Una vez personada la Ertzaintza, esta comprobó que había dos fotografías de los Agentes de seguridad, se tomaron filiaciones de los allí presentes y se dio por finalizado el incidente.
Pasados escasos 15 minutos, la Dirección del Suburbano autorizo la entrada de los medios gráficos, volviendo a entrar el reportero del Diario El Mundo así como de otros medios. Una vez dentro, se dirigió a los Vigilantes pidiendo perdón y diciendo que todo había sido un mal entendido.
LA SORPRESA.-
Creemos que esto ya lo conocemos tras leer la columna y comprobar de que tipo de persona hablamos.
Desde este sindicato, damos nuestro apoyo a tod@s los profesionales que día a día dan lo mejor de sí en un servicio tan difícil y duro como es el Metro.