Es cierto que la piratería en el Índico ha descendido de forma importante gracias al despliegue naval de la UE, de la OTAN y de otros países a nivel particular, como China. Ahora bien, todavía no puede decirse que se haya vuelto a la normalidad. Al contrario, es impensable, al menos para los armadores españoles, pensar en pescar solo con marineros a bordo. Llevar personal de seguridad sigue siendo imprescindible.
Desde que los secuestros empezaron a ser tónica habitual frente a las costas de Somalia -allá por el 2008-, los barcos españoles recurrieron a empresas de seguridad privada para evitar asaltos a sus atuneros. Los empresarios, sin embargo, reclamaban la fórmula que empleaban los franceses y los belgas, que enrolaban a infantes de Marina para atajar los posibles asaltos piratas.
Años después, cuando los armadores ya han desistido de su reclamación, son Francia y Bélgica los que adoptan la fórmula española y adaptan su legislación para permitir vigilantes privados a bordo de los barcos. Lo anunció el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, en una entrevista publicada por la revista especializada en asuntos marítimos Le Marin y extractada por Efe. Según Ayrault, lo que se va a autorizar es «el recurso a equipos privados capaces de completar las misiones de la Marina nacional» y eso se hará bajo una regulación precisa mediante un decreto. En concreto, se darán autorizaciones a los que quieran ofrecer esos servicios para certificar su profesionalidad y que respetan unas «reglas mínimas».
«Es un elemento importante para dar a los armadores una garantía de seguridad para sus tripulaciones y para sus cargas», comentó el jefe del Gobierno, que añadió que eso les permitirá estar en iguales condiciones que sus homólogos europeos, que ya pueden recurrir a ese tipo de dispositivos.
Bélgica también está cerca de aprobar una nueva legislación que permitirá a los buques mercantes contratar a empresas de seguridad privada para hacer frente a los posibles ataques de piratas somalíes, según publicó ayer el diario La Libre Belgique.
La legislación belga incluía desde principios de año una medida transitoria que permitía a los armadores recurrir a empresas privadas que operaran a nivel europeo, mientras que la nueva norma mantendrá esta posibilidad con carácter definitivo y autorizará también a compañías belgas.
Fuente: La Voz de Galicia