El inicio de las primeras obras de urbanización del PAI de Alfafar Parc, donde se enclavará la primera tienda de Ikea en la Comunitat Valenciana, ha desatado el interés de muchos desempleados que ven en la iniciativa una oportunidad inmejorable de colocarse, pero también el deseo de rateros y pequeños delincuentes que ya han hecho su aparición en la zona pese a que la edificación no lleva activa ni una semana.
Los operarios llegaron el pasado lunes y, el miércoles, ya habían sufrido varios robos, entre ellos un alargador de energía de al menos 50 metros de cable y una carretilla metálica para transportar material de obra.
A día de hoy, aún no se explican cómo y quién les quitó ambas cosas. «Estábamos al lado, pero de repente el alargador no estaba -relataron-. Y con la carretilla pasó lo mismo».
Conforme la semana avanzó, el volumen de visitantes creció hasta el punto de que el jueves por la tarde y ayer por la mañana, la Policía Local detectó «a muchos merodeadores» en la zona, tantos que se ha visto obligada a reforzar la vigilancia en todo el perímetro de las obras, tal como ayer confirmaron fuentes municipales. «Oficialmente aún no se tiene constancia de que se hayan producido robos -especificaron-, pero los agentes han detectado la continua presencia de personas conocidas a nivel policial por su presunta implicación en hurtos y sustracciones». Así que la Policía Local de Alfafar no lo dudó más y decidió «redoblar la vigilancia».