Cuando pides lo tuyo, cuando no tragas, cuando exiges unos mínimos que garanticen tu seguridad y unas condiciones mínimas para la prestación del servicio, eres mal trabajador.
Situaciones de lo más variopintas, todas y cada una de ellas relacionadas con exigir tus derechos como trabajador; reclamaciones de cantidad, pluses acordados que no pagan, reclamación de medios (tanto humanos como de protección),.. y así de forma infinita.
Persecución Sindical
Lo normal es que un trabajador pueda y deba reclamar lo antedicho, pero si además se está afiliado a un sindicato concreto, un sindicato que vela no sólo por sus intereses sino por la totalidad de las personas trabajadoras en la empresa, ahí la cosa cambia radicalmente, – A PEOR.
Comienzan las sanciones no ajustadas a derecho, calificadas con “diferente rasero y con disparidad de criterios», casual y curiosamente, son sólo afiliados de este sindicato los que sufren estos procedimientos disciplinarios.
Además se realizan castigos encubiertos, manteniendo a los trabajadores al margen por actuaciones realizadas, es decir por exigir sus derechos o bien por actuar de forma legal y contundente en la prestación de un servicio de seguridad.
Claramente se trata de una persecución sindical desmedida, con indicios claros y concisos y que no estamos dispuestos a permitir, por lo que desde este preciso instante, se acaban las conversaciones y las negociaciones.
Si pensabais que no nos íbamos a dar cuenta o que por el contrario lo íbamos a dejar pasar, se nota que no nos conocéis.
Denuncia tras denuncia
Vamos a ir a por todo lo que es por y para los trabajadores, ya no solo las posibles cantidades debidas, sino a por todo aquello que se incumpla en materia laboral será denunciado tanto administrativa como judicialmente.
Somos Vigilantes de Seguridad, no tontos y no vamos a permitir que se nos vacile más, lo estabais pidiendo a gritos y lo habéis conseguido.
Ahora seremos los malos y todo será culpa nuestra, pues estáis muy equivocados, os lo habéis buscado con vuestras políticas y los reiterados incumplimientos.
Como ya hemos dicho, se acabaron las conversaciones y las negociaciones, toca actuar de la única forma que parece que entendéis, con la Inspección de Trabajo, Seguridad Privada, Osalan y como no el propio Juzgado.