Un vigilante de seguridad de la firma Seguriber, contratada la noche de la tragedia del Madrid Arena, ha decidido romper el silencio y revelar a la Justicia los trapos sucios de su empresa, aun a riesgo de perder el puesto. El operario, cuyo nombre e incluso iniciales este medio prefiere esconder pese a que él se ha personado públicamente en el caso Madrid Arena, ha trasladado al juez Eduardo López Palop las “diversas y muy graves irregularidades que se producen en los centros de seguridad de los recintos feriales de la Casa de Campo y la Caja Mágica desde hace varios años”. Según él, esas irregularidades eran fruto de una conchabanza entre un directivo de Seguriber y otro de Madrid Espacios y Congresos (Madridec), la empresa propiedad del Ayuntamiento.
Seguriber es la empresa de la presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica de Oriol. El trabajador ha denunciado a su superior, el “inspector” Iván Somontes, ante la Agencia de Protección de Datos. En el escrito que dirige al juez incluido en la instrucción sumarial, achaca esas irregularidades a Somontes y al coordinador de Seguridad, José Francisco Caamaño. “Visionan y extraen imágenes del circuito cerrado de televisión –como el que funcionaba en el Madrid Arena durante la tragedia en la que murieron cinco chicas jóvenes- sin orden judicial, amenazando a los operadores que en ese centro de control prestamos servicio con echarnos a la calle si denunciamos dichos delitos tipificados tanto en la Ley de Seguridad Privada como en la Ley de Protección de Datos”.
El trabajador acusa a Somontes de tirar pruebas a la basura. “Los soportes DVD, CD y USB son extraídos y enseñados como trofeos a personas incluso ajenas a la seguridad”, dice en otro párrafo. “Una vez que ya no les interesan, son tirados a la basura sin ni siquiera destruirlos”. De hecho, el operario presenta pruebas en formato CD que dice haber obtenido tras rebuscar entre las inmundicias. “En las imágenes que aporto hay todo tipo de personalidades, como la Casa de su Majestad el Rey”. No sé sabe si se refiere a Juan Carlos I o al séquito que le acompaña.
A finales de febrero, la fiscalía pidió al juez López Palop que investigara si Seguriber, manipuló los vídeos que permitían a los 38 operarios de la firma vigilar el perímetro de la Casa de Campo el pasado 1 de noviembre, cuando se desencadenó la avalancha mortal en el Madrid Arena. Antes, en diciembre, fue el oscuro promotor del evento, Miguel Ángel Flores, el que lanzó la tesis: “Las grabaciones realizadas por las cámaras exteriores, que captaron las imágenes de lo que acontecía en los alrededores del Madrid Arena donde se produjeron los múltiples botellones masivos, han sido pisadas, es decir, que se ha grabado sobre ellas”, afirmó Flores en una declaración ante el magistrado.
En el escrito remitido a López Palop el operario habla de colegas de trabajo que son testigos, de los que aporta nombre, apellidos, dirección y hasta DNI. Algunos, añade, tuvieron que abandonar la empresa “por negarse a extraer y borrar imágenes que pudieran ocasionar un perjuicio a Madrid Espacios y Congresos o Seguriber”. Y pone ejemplos de situaciones que pueden incomodar a ambas firmas: “Exceso de aforo, cacheos indiscriminados, agresiones e incluso persecuciones a gente por la calle”.
El trabajador apenas habla de Caamaño, pero Vozpópuli ha consultado a fuentes de Madridec que defienden el trabajo del excoordinador de Seguridad, hoy imputado: “Es un currito de toda la vida, buen compañero. No era un alto directivo, sino directivo medio. Lo que se dice de él nos sorprende”.
Fuente: VozPopuli.com